13.11.10

Fragments de Doña Piñones, de María de la Luz Uribe i Fernando Krahn

 
Estera y esteritas
para contar peritas,
estera y esterones
para contar perones.
Esta era una vez
una viejecita
llamada María
del Carmen Piñones.
Y esta viejecita
vivía asustada,
todo lo temía,
todo la espantaba;
vivía escapando
del miedo del día
de noche dormía
detrás de su cama.



Pasó el Viento Norte:
"Dame un vaso de agua,
que traigo resecas
la boca y el alma".
Y doña Piñones,
sin decir palabra,
corrió a esconderse
bajo su paraguas.
Pero ahí debajo
todo estaba oscuro,
y doña Piñones
temblaba de susto;
temblaba su mano,
temblaba el paraguas,
"¡Terremoto"!, dijo,
y cayó de espaldas.



Llegaron los vientos,
los cuatro llegaron,
y doña Piñones
los quedó mirando:
"¡Pensar que eran vientos
y yo tenía susto!"
Y doña Piñones
reía de gusto.
Entonces los vientos
dijeron: "¿Paseamos?"
Y el niño y los vientos
le dieron la mano.
Y se fue volando
con los ventarrones
la doña María
del Carmen Piñones.


[Imatges i fragments del poema]


Doña Piñones
María de la Luz Uribe
Fernando Krahn
Caracas, 2006